Reza una trillada expresión dominicana: “como quiera es malo”. Esto lo decimos cuando apostamos por una primera decisión y nos critican, luego variamos a una segunda opción para complacer a los demás pero recibimos las mismas críticas y muchas más crueles.
En la pasada entrega de Premios Soberano su productor René Brea logró una premiación de mucho impacto a nivel internacional con figuras invitadas realmente relevantes, quienes marcaron tendencias en muchos países y lograron acaparar la atención de medios foráneos.
En aquella ocasión las críticas llovieron sobre Brea por el exceso de internacionales que arroparon prácticamente toda la premiación y participaron en diferentes segmentos del premio.
Esta vez René apostó por la dominicanidad, de seguro por la celebración del cumpleaños número treinta de los premios, como una forma de enaltecer el arte dominicano y presentarle al mundo lo que somos capaces de hacer cuando se nos brinda la oportunidad de un escenario tan importante como este.
Nueva vez las críticas no se hicieron esperar para el productor, y los “sabelotodo” del medio ahora se cuestionan porqué solo invitaron a dos figuras internacionales al premio.
Entendemos que la apuesta debe ser mitad por mitad, debido a que buscamos la internacionalización del premio pero también se le debe dar la verdadera valía al talento criollo, que sin lugar a dudas es inagotable.
De Premios Soberano busquemos el lado positivo y entendamos que el recurso humano del patio debe ser lo primero y lo más valioso, que son nuestros premios, los únicos y más meritorios, pero sobre todo que para su realización se hace un esfuerzo mayúsculo por entregar una producción innovadora y de calidad.
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