Estados Unidos y Cuba cerraron hoy su cuarta ronda de negociaciones para reanudar relaciones con el mensaje de que la apertura de embajadas está ahora "mucho más cerca" y que los últimos obstáculos se superarán en las próximas semanas, aunque no necesariamente con una nueva reunión de alto nivel.
La reunión que comenzó este jueves en Washington y concluyó hoy podría ser la última ronda de conversaciones entre las jefas negociadoras de Estados Unidos y Cuba antes de restablecer unos lazos diplomáticos rotos hace más de medio siglo, a juzgar por las palabras de la secretaria de Estado adjunta Roberta Jacobson.
"Creo que hemos hecho muchos avances. No creo que vayamos a necesitar otra ronda. (Los temas pendientes) son el tipo de cosas que podrían resolverse mediante nuestros equipos diplomáticos y nuestras secciones de intereses" en La Habana y Washington, dijo Jacobson en una conferencia de prensa al término de las reuniones.
Jacobson, que es la secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, aseguró que la negociación ha registrado "avances significativos en los últimos cinco meses" y está "mucho más cerca del restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas".
"Esta ronda de conversaciones fue altamente productiva", aseguró.
Más cauta fue la jefa negociadora de Cuba, la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, en sus declaraciones a la prensa después de la cita.
"Acordamos continuar los intercambios sobre aspectos relativos al funcionamiento de las misiones diplomáticas en las próximas semanas", aseguró Vidal, sin precisar si ese diálogo se mantendrá en una nueva ronda negociadora o a un menor nivel.
No obstante, según Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, las declaraciones de Jacobson sobre la improbabilidad de una nueva ronda de negociaciones son "reveladoras y sugieren que un anuncio sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas es inminente".
"Hay voluntad en ambos lados", aseguró a Efe Shifter, que cree que, una vez que haya un acuerdo, es probable que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, sean los encargados de hacer el anuncio.
Cuba considera que se han eliminado dos grandes obstáculos para el proceso desde la última ronda, celebrada en marzo en La Habana, entre ellos la situación de su Sección de Intereses en Washington, que llevaba un año sin un banco con el que hacer sus operaciones en EE.UU. y acaba de firmar un acuerdo con el Stonegate de Florida.
El otro obstáculo era la presencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora el Gobierno estadounidense, de la que saldrá a partir del próximo 29 de mayo gracias a una reciente decisión del presidente Barack Obama.
La negociación del jueves y hoy se centró en marcar los términos para el "funcionamiento de las embajadas y el comportamiento de los diplomáticos" en los respectivos países, según afirmó Vidal.
Las principales discrepancias, hasta ahora, consisten en que EE.UU. exige para sus diplomáticos una libertad de movimientos semejante a la que tienen en Rusia o China, mientras que Cuba quiere garantías de que no aprovecharán esa situación para establecer contactos con disidentes.
Jacobson confió hoy en que, cuando se llegue a un acuerdo, la embajada de EE.UU. en La Habana "podrá funcionar" de forma similar a la que operan otras legaciones del país en "entornos restrictivos" del mundo, por lo que la situación en Cuba "no será excepcional".
La funcionaria estadounidense evitó precisar si EE.UU. estaría dispuesto a cambiar los programas por los que, entre otras cosas, su Sección de Intereses proporciona formación a periodistas en La Habana, algo que ha criticado el presidente Raúl Castro.
No obstante, Jacobson aseguró que los programas de EE.UU. para la democracia en Cuba, entre los que se incluyen esas actividades, "han cambiado con el tiempo desde su inicio en 1996 para ser mas eficaces y ajustarse a la situación real de los dos países".
El Gobierno estadounidense evalúa "constantemente cómo hacerlos más eficaces", agregó.
Por su parte, Vidal anunció que "próximamente", y en paralelo al proceso de restablecimiento de las relaciones, habrá "intercambios en materia de salud", centrados en el combate a las "enfermedades infecciosas", un tema en el que Cuba tiene una experiencia considerable y que interesa mucho a Estados Unidos.
Además, habrá un diálogo sobre "temas de aplicación y cumplimiento de la ley", según Vidal, y el Gobierno estadounidense ha indicado que también continuará pronto la conversación sobre derechos humanos que comenzó en marzo.
Esta ronda negociadora supuso el primer encuentro bilateral de alto nivel desde la reunión entre los presidentes Obama y Castro en la Cumbre de las Américas celebrada en Panamá en abril pasado.
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