Como un homosexual que vive en Chile, Andrés Rosenberg Benadretti una vez pensó que nunca iba a poder casarse. Pero el pasado de su familia podría ayudarle a dar el sí algún día.
España, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal, ha estado considerando una ley que facilitaría que los judíos de ascendencia española como Rosenberg Benadretti obtengan la doble nacionalidad.
"Esto es algo que realmente podría suceder para mí; solo tener esa opción en realidad sería un sueño hecho realidad", dijo el joven de 27 años. "Todos los seres humanos deberían tener la opción de casarse".
Sin embargo, esa no es la única razón por la que Roseberg Benadretti quiere un pasaporte español. Principalmente, quiere el reconocimiento de su herencia española, la cual se remonta a más de cinco siglos.
"Mis ancestros estarían orgullosos de mí, y si alguna vez tengo hijos, me encantaría poder trasladarles este hermoso bagaje cultural", dijo en un correo electrónico.
Siglos después de que España formalmente y en ocasiones violentamente impidiera que los judíos practicaran su religión, forzándolos a convertirse o salir del país, la ley propuesta le abriría las puertas del país a los dispersos descendientes de los judíos sefardíes.
El 6 de junio, el país se acercó un paso más a corregir lo que un funcionario español llamó un "error" de 500 años.
"Simplemente recordarlo no era suficiente", dijo el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz-Gallardón, en un correo electrónico a CNN, quien calificó como un "error histórico" al hecho de que el país haya expulsado a los judíos.
España quiere "recuperar las identidades de quienes mantienen una fuerte afiliación cultural" con el país, añadió el ministro de Justicia.
"Cuántas peticiones llegarán a partir de este momento es una pregunta que no podemos responder", dijo. "Pero cualquier persona que sea un judío sefardí tiene el derecho de ser español".
El gabinete de España ha aprobado el proyecto de ley de ciudadanía, pero aún tiene que ser aprobado en el parlamento para convertirse en ley. La oficina de prensa del gobierno dice que no hay un cálculo oficial respecto a cuántas personas reunirían los requisitos necesarios para obtener la ciudadanía doble.
Según el Ministerio de Justicia de España, los requerimientos para la ciudadanía doble sugieren que la oportunidad se ofrecerá independientemente de la religión o creencias de los candidatos.
El proyecto sugiere una variedad de maneras en las que los judíos sefardíes pudieran demostrar su idoneidad, incluyendo un certificado de los rabinos locales o de la Federación de Comunidades Judías de España, o simplemente al tener patrimonio vinculado a los nombres de judíos que vivieron en España hace siglos.
Los candidatos también deben aprobar una prueba de idioma y cultura española, según el Ministerio de Justicia.
A pesar de la expulsión en 1492, las zonas medievales bien preservadas de España tienen rastros de las juderías, los barrios medievales judíos.
Las calles serpenteantes y angostas de las ciudades históricas como Girona, Córdoba y Barcelona se remontan a un tiempo conocido como la "Convivencia", cuando judíos, musulmanes y cristianos coexistían en su país en relativa paz, aunque hubo algunos ataques previos a la Inquisición.
En 1492, todo cambio. El rey Fernando y la reina Isabela ordenaron que la población judía del país, en su totalidad, se convirtiera al cristianismo o saliera del país.
Los judíos expulsados se dispersaron por Europa, África del Norte, Arabia y el hemisferio occidental. Hoy en día, sus descendientes, llamados sefardíes (Sefarad significa "España" en hebreo) están por todas partes.
Algunos de los judíos que permanecieron en España siguieron practicando su fe en secreto, y hasta este día, hay algunos españoles que nacieron como cristianos, pero creen que sus ancestros preservaron tradiciones judías.
Palabras como "criptojudíos", "judíos conversos", "marranos", "xuetas" y "anuismo" se utilizan para caracterizar a un complejo legado de conversiones forzadas y una práctica religiosa secreta entre los judíos españoles.
Ahora, el gobierno español espera corregir sus errores históricos.
"Dicen que ahora quieren enmendar lo que hicieron mal en la historia", indicó la abogada israelí Maya Weiss-Tamir, una experta en solicitudes de ciudadanía.
Pero ella también cree que España podría estar motivada por su economía decadente. "Tal vez el nuevo dinero los ayude", dijo.
Sea cual sea la motivación, Weiss-Tamir ha recibido más de 1.000 correos electrónicos y llamadas desde febrero de personas que quieren saber más acerca de cómo obtener la ciudadanía española.
"Es muy popular en Israel tener una segunda ciudadanía", dijo. "Nuestros abuelos nacieron en otros países e hicieron su vida allá".
Lynne Winters, directora de la Asociación Sefardí Estadounidense en Nueva York, dijo que ha estado recibiendo docenas de consultas.
"¿Cambia el hecho de que los judíos tuvieron que salir de España en 1492, o morir o todas las otras cosas horribles que sucedieron? Eso no lo cambia", dijo Winters, quien se ha reunido con los legisladores españoles detrás de la propuesta de ley.
"Creo que algunas personas tienen un deseo sincero de enmendar las cosas".
Actualmente, es posible que los judíos sefardíes busquen la ciudadanía, pero el proceso es complicado, y puede involucrar una residencia de dos años en España o renunciar a la nacionalidad actual de la persona.
Bajo los criterios de ciudadanía que están vigentes en la actualidad, España ha visto más o menos de 3.000 solicitudes de judíos sefardíes, dijo Ruiz-Gallardón.
La nueva ley no exigiría que la persona permaneciera en España durante dos años o entregar sus pasaportes actuales, lo que hace que esto sea atractivo para las personas que no están buscando mudarse.
Leon Amiras, un abogado en Jerusalén, tiene antepasados que pasaron una temporada en la España medieval, en Salónica, Grecia (también conocida como Tesalónica) y Turquía, y luego en Argentina, donde viven sus padres y hablan ladino.
Demostrar su herencia no será difícil, dice Amiras. Él tiene un documento con una fotografía en blanco y negro de su abuela y su madre, con la firma del consulado español en Estambul, afirmando que eran parte de la comunidad judía de Turquía.
"Para otros, no será fácil", dijo Amiras. "Ellos solo recuerda muchas cosas y muchas tradiciones".
Amiras quiere solicitar la doble ciudadanía española para que sus hijos, de 14 y 17 años, también tengan esa afiliación. "Ellos también son parte de la cadena del pueblo sefardí", dijo. "Mi corazón no solo está en Israel sino también en España".
Rosenberg Benadretti también habló de un corazón dividido; para él, está entre Chile y España.
Su conexión no es sólo ancestral: completó una maestría en Barcelona, donde viven familiares.
Un pasaporte español le permitiría solicitar becas para programas de doctorado en España, donde espera obtener un grado avanzado en comunicación o educación.
Como parte de sus argumentos para la ciudadanía, Rosenberg Benadretti señalará que celebró un Bar Mitzvah en una sinagoga sefardí, y sus abuelos están enterrados en un cementerio sefardí en Santiago.
Recientemente, pasó por un consulado español en Chile, en busca de más información sobre el proyecto de ley, pero no había nada oficial disponible, dijo.
El chileno tiene la esperanza de que podrá adoptar una identidad española, y las ventajas prácticas que vienen con ella, entre ellas el acceso a puestos de trabajo en la Unión Europea.
Pero si el parlamento de España aprueba la ley, Rosenberg Benadretti dijo que esos tipos de beneficios tendrán una posición más baja en su lista de prioridades. En su corazón, sus prioridades más altas son el cumplimiento del amor romántico y el amor a España.
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