MADRID, (EUROPA PRESS)- Más de 400 trabajadores nepalíes han muerto ya en las obras de construcción de los estadios e instalaciones que se están realizando para acoger el Mundial de Fútbol de 2022, según un informe que prepara la ONG Comité de Coordinación para los Emigrantes Nepalíes (Pravasi Nepali Co-ordination Committee, PNCC) y al que ha tenido acceso el diario 'The Guardian'. Las proyecciones apuntan a que unos 4.000 trabajadores habrán muerto para cuando concluyan las obras.
El informe denuncia las precarias condiciones de seguridad de los trabajadores de la construcción, pero también denuncia el tratamiento de estos inmigrantes, que deben someterse al sistema de la 'kafala', por el que cada trabajador está vinculado a quien lo contrata, que debe "patrocinarle".
Además, los inmigrantes viven hacinados en alojamientos insalubres sin aire acondicionado y con sistema de alcantarillado desbordado. Algunos de estos campamentos de inmigrantes ni siquiera tienen suministro eléctrico ni agua corriente.
'The Observer', dominical de 'The Guardian', relata el caso de Noka Bir Moktan, un joven de 23 años que falleció oficialmente debido a un "infarto cardíaco repentino" en octubre de 2013, aunque las fotografías del cadáver muestran que su pecho estaba hundido, consecuencia probable de los maltratos sufridos.
La familia de Moktan, residente en el distrito nepalí de Ilam, pidió a un prestamista 175.000 rupias (unos 1.300 euros) para pagar el viaje del joven hasta Qatar. El dinero debía devolverlo el empresario que patrocinó a Moktan, pero no lo ha hecho, por lo que temen que el prestamista reclame ahora a las dos hermanas del joven, de 14 y 16 años, que eran garantía del préstamo. Las adolescentes podrían ser enviadas a trabajar en los burdeles de Bombay.
Casos como el de Moktan son relativamente frecuentes. El pasado mes de noviembre Amnistía Internacional publicó un informe en el que denunciaba las malas condiciones sanitarias y de seguridad para estos trabajadores, a los que en algunos casos ni siquiera se les proporcionan cascos para trabajar en las obras.
Más de un millar de trabajadores han sido ingresados por caídas en obras en el principal hospital de Doha desde que en 2010 se designó a Qatar como sede del Mundial.
"Es simplemente inaceptable que uno de los países más ricos del mundo tenga a tantos trabajadores inmigrantes que están siendo explotados sin piedad, a los que se les roba su paga y que se quedan sin medios para sobrevivir", denuncia el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty.
Los nepalíes suponen un 20 por ciento de la población activa de Qatar, país que cuenta con importantes minorías de otros países asiáticos cmo India, Bangladesh, Pakistán o Sri Lanka.
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